No. 82 / Septiembre 2015 |
Carlos Vitale (Buenos Aires, 1953; vive en Barcelona) Jornada Tú, de pie, desnuda en la penumbra. Tu espalda es el arco del conocimiento. Desde la cama, observo y espero. Cuando te vuelvas me dirás quién soy. Sin otra luz que mi deseo. Otra vuelta de tuerca Y nada más que sed y vasos rotos. Il miglior fabbro De tallos de metal florecen alas. Pepe Barroeta dice que no dice El don de la palabra no es un don, es apenas arder en el propio fuego, abrasarse hasta que la mano dibuje el vasto signo de la desolación. Consigna La palabra es miedo, metal, adiós, cuerpo sin cuerpo, y derrota. Atajo Si no buscas, encuéntrame. Ocurre Ocurre, lo dices, lo vives, revives. Ocurre, no lo dices, lo olvidas. Ocurre, no lo dices. Apariciones El mar, pintado, y la isla que desaparece, no del recuerdo sino del instante. Divagando Ni aun sabrás que eras la gracia breve y eterna. Dos No entiendo tu manera de amarme, amor que amas si huyes. Como si Como si te fuera la vida. Como si nacieras. Vuelta Pero al fin regresas. O no te has ido. O no me he ido. El hecho es que estás. Y yo no sé si estoy. |