Marcel Beyer

No. 86 / Febrero 2016


Poetas alemanes núm. 86:
Durs Grünbein
Jan Wagner
Kathrin Schmidt
Marcel Beyer
Marion Poschmann
Monika Rinck
Volker Sielaff

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Marcel Beyer
(Tailfingen, 1965)


Estudió filología inglesa y alemana y teoría literaria en Siegen, y desde 1996 vive como escritor en Dresde. En 1989 apareció su primer libro de poesía, Kleine Zahnpasta [Pequeña pasta de dientes], al que siguieron dos novelas exitosas en Alemania en los años noventa: Menschenfleisch [Carne humana] y Flughunde, traducida al español como El técnico de sonido. Desde entonces ha publicado otras novelas y libros de poesía, donde se confronta primordialmente con la historia de su país a finales de siglo. Entre otros reconocimientos ha recibido el Literaturpreis de la ciudad de Berlín, el Premio Heinrich Böll de la ciudad de Colonia, el Premio Kleist y el Bremer Literaturpreis 2015 de la ciudad de Bremen.

 



Wespe, komm


Wespe, komm in meinen Mund,
mach mir Sprache, innen,
und außen mach mir was am
Hals, zeig’s dem Gaumen, zeig es

uns. So ging das. So gingen die
achtziger Jahre. Als wir jung
und im Westen waren. Sprache,
mach die Zunge heiß, mach

den ganzen Rachen wund, gib mir
Farbe, kriech da rein. Zeig mir
Wort- und Wespenfleiß, mach’s
dem Deutsch am Zungengrund,

innen muß die Sprache sein. Immer
auf Nesquik, immer auf Kante.
Das waren die Neunziger. Waren
die Nuller. Jahre. Und: so geht das

auf dem Land. Halt die Außensprache
kalt, innen sei Insektendunst, mach
es mir, mach mich gesund,
Wespe, komm in meinen Mund.


Avispa, ven

Avispa, a mi boca ven,
hazme idioma, por dentro,
y por fuera hazme algo en el
cuello, muéstralo al paladar, muéstranos-

-lo. Así iba. Así se fueron
los años ochenta. Cuando jóvenes
fuimos, y en el Oeste. Idioma
haz que la lengua se caliente, haz

que lastime todo el gaznate, dame
color. Arrástrate allá dentro. Muéstrame
fervor de palabra y de avispa, hazle
eso al alemán en la base de la lengua,

dentro es que tiene que estar el idioma,
siempre nesquik, siempre al canto.
Esos fueron los noventas. Fueron
los ceros. Años. Y: así es como va

en el país. Conserva frío el idioma
externo, que por dentro hay bruma de insectos. Ház-
-melo, sáname bien,
avispa, a mi boca ven.