...........................................

portada-masalla.jpg Más allá del portón de hierro
Orli Guzik,
Eón, México, 2008 

............................................

Más allá del portón de hierro
espera ansiosa la llegada
de quien quisiera dejarse seducir.
Postrada espera
sobre el lecho sutil de los belenes.
Mecida al ritmo lento del cisne que el lago surca.
Espera
tras los laureles juguetona
-de lirios coronada,
de orquídeas perfumada-
espera y canta al son de las campanas
que repican mientras llega.
Extraviada en el tiempo
donde nadie pueda encontrarla
donde no importan los nombres ni apellidos
quisiera estar allí, de donde aún guarda los recuerdos húmedos y suaves.

Mas a veces la realidad
-cual vorágine sedienta-
nos seduce y nos atrapa.




El camino es una víbora
que sinuosa
marca su huella
en la arena
que se escurre
a gotas
atrapándose
dolorosa
en el cristal.

El camino es cascabel
que acecha
y  espera lacerarte
si en la sombra del descuido,
entumecida tu mente
extravía la luz.

 

 

El camino es como esta lengua
que busca tu peroné
que -única en su efigie-
cual roca perenne
late
en la intensa vastedad
del mundo.

El camino es como el círculo 
que vicia los sentidos
cuando se hunde
sin veleta
en la inquietante
llanura de tu vientre.

 

 

 

 

El camino es como yo:
recurre
concurre
desconcierta
insiste
se desdibuja
y vuelve.




 

La tumba de mi padre se limpia de arcilla, de sangre,
de melancolía,
al deshacerse en llanto el cielo que llenar quiere
de clemente olvido
la laguna Estigia,
que mi alma
roída y maltrecha,
ignora si debe cruzar.

Más aún: si me sumergiera en sus aguas
teñidas de rojo ahora,
de tu olvido estoy vedada.
Aun si alcanzase la ribera tan temida,
pero donde me aguardan
los patriarcales brazos protectores,
me llevaría el polvo
que en mis pies desnudos
dejó huella
tu insobornable presencia,
cuando penetró de raíz
en los siete halos de mi sangre.

 

Sangre, voracidad
 de sangre de mi padre que me enciende las sienes;
sangre, reiterada sangre,
la sangre que en mi espíritu se encarna.
Sangre estéril que me atormenta en la atadura,
crucificada sin poder escapar
aunque me hunda
en aquellas aguas que prometen el olvido,
que buscan quienes pecan,
pero para mí,
no hay remanso,
no hay paz;
porque vaya donde vaya,
en cualquier vida,
en cualquier muerte,
conmigo te llevo.

 


Leer reseña...

{moscomment}