Lächeln Atmen Schreiten
Schöpfe Du, trage Du, halte
Tausend Gewässer des Lächelns in Deiner Hand!
Lächeln, selige Feuchte ist ausgespannt
All übers Antlitz.
Lächeln ist keine Falte,
Lächeln ist Wesen vom Licht.
Durch die Räume bricht Licht, doch ist es noch
nicht.
Nicht die Sonne ist Licht,
Erst im Menschengesicht
Wird das Licht als Lächeln geboren.
Aus den tönenden, leicht, unsterblichen Toren,
Aus den Toren der Augen wallte
Frühling zum erstenmal, Himmelsgischt,
Lächelns nieglühender Brand.
Im Regenbrand des Lächelns spüle die alte Hand,
Schöpfe Du, trage Du, halte!
Lausche Du, horche Du, höre!
In der Nacht ist der Einklang des Atems los,
Der Atem, die Eintracht des Busens groß.
Atem schwebt
Über Feindschaft finsterer Chöre.
Atem ist Wesen vom höchsten Hauch.
Nicht der Wind, der sich taucht
In Weid, Wald und Strauch,
Nicht das Wehn, vor dem die Blätter sich drehn
…
Gottes Hauch wird im Atem der Menschen
geboren.
Aus den Lippen, den schweren,
Verhangen, dunkel, unsterblichen Toren,
Fährt Gottes Hauch, die Welt zu bekehren.
Auf dem Windmeer des Atems hebt an
Die Segel zu brüsten im Rausche,
Der unendlichen Worte nächtlich beladener
Kahn.
Horche Du, höre Du, lausche!
Sinke hin, kniee hin, weine!
Sieh der Geliebten erdenlos schwindenden
Schritt!
Schwinge Dich hin, schwinde ins Schreiten mit!
Schreiten entführt
Alles ins Reine, alles ins Allgemeine.
Schreiten ist mehr als Lauf und Gang,
Der sternenden Sphäre Hinauf und Entlang,
Mehr als des Raumes tanzender Überschwang.
Im Schreiten der Menschen wird die Bahn der
Freiheit geboren.
Mit dem Schreiten der Menschen tritt
Gottes Anmut und Wandel aus allen Herzen und
Toren.
Lächeln, Atem und Schritt
Sind mehr als des Lichtes, des Windes, der Sterne
Bahn,
Die Welt fängt im Menschen an.
Im Lächeln, im Atem, im Schritt der Geliebten
ertrinke!
Weine hin, kniee hin, sinke!
Sonreir Respirar Andar solemne
¡Crea, carga, lleva
Las mil aguas de la sonrisa en tu mano!
Sonrisa, humedad bendita se estira
Por todo el rostro.
La sonrisa no es ninguna arruga,
La sonrisa es la esencia de la luz.
La luz se filtra por los espacios, pero aún no
es.
La luz no es el sol,
Sólo en el rostro humano
La luz nace como sonrisa.
De esos sonoros portones leves e inmortales
Desde los portones de los ojos por primera vez
La primavera brotó, espuma celeste,
La llama nunca ardiente de la sonrisa.
En la llama lluviosa de la sonrisa la marchita mano enjuaga,
¡Crea, carga, lleva!
¡Abre el oído, oye, escucha!
En la noche la armonía del aliento majestuosa es
Majestuoso el aliento, la armonía del pecho.
El aliento flota
Sobre los coros del odio.
Respirar es la esencia del hálito supremo.
No está en el viento que se hunde
Ni en el prado, en el bosque, en el arbusto,
Ni en el soplo que hace girar las hojas
...
El hálito divino nace cuando los hombres
respiran.
De los labios pesados,
Escondidos, oscuros portones inmortales
Sale el hálito divino para convertir al mundo.
En el mar ventoso del aliento nace,
Ebrio, presumiendo sus velos,
La barca nocturna cargada de infinitas
palabras.
¡Abre el oído, oye, escucha!
¡Póstrate, arrodíllate, llora!
¡Mira de la amada el paso desvaneciendo no
terrenal!
Balancéate allí, ¡desvanece con ella en el andar solemne!
Nos lleva el andar solemne
Todo lo lleva a la pureza, a lo general.
El andar solemne es más que correr y caminar,
Subimos a lo largo de la esfera estrellada.
Es más que el delirio danzante del espacio.
En el andar solemne de los seres humanos nace el camino a la
libertad.
El andar solemne de los seres humanos hace emanar
El garbo de dios de todos los corazones y
portones.
La sonrisa, el aliento, el andar
Son más que los caminos de la luz, del viento y de las
estrellas.
El mundo empieza con el ser humano.
¡Ahógate en la sonrisa, en el hálito, en el andar
de la amada!
¡Póstrate, arrodíllate, llora!
|