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No. 110 / Junio-julio 2018
Miguel Ángel Feria
(Huelva, 1979)
Poemas del libro inédito Anarcadia
I
El callar de los callares
Homenaje a Juan Yepes Álvarez
Sin sonido ninguno que eternidad
alrededor
alza la noche su arquitectura:
la noche
de ninguna música o el alma:
quién supiera.
Silencio de columnas altas,
capiteles:
ángeles
en música esculpidos:
capiteles: silencio:
quién supiera
y está casi por saberse,
casi en alma:
en honda soledad de claustro presentido
callar como los ángeles,
no hablar como cantaran los ángeles de piedra.
alrededor
alza la noche su arquitectura:
la noche
de ninguna música o el alma:
quién supiera.
Silencio de columnas altas,
capiteles:
ángeles
en música esculpidos:
capiteles: silencio:
quién supiera
y está casi por saberse,
casi en alma:
en honda soledad de claustro presentido
callar como los ángeles,
no hablar como cantaran los ángeles de piedra.
II
Silencio no tiene sentido,
sentido no tiene silencio.
Octavio Paz
sentido no tiene silencio.
Octavio Paz
Un pájaro cantara
en los agujeros de tu verbo:
oyes su no cantar,
su resonancia
deshabitada y nula,
apenas unas líneas
y volara jamás de su agujero,
el pájaro verbal
al no pensado pájaro siquiera,
al ni siquiera pensamiento pájaro.
en los agujeros de tu verbo:
oyes su no cantar,
su resonancia
deshabitada y nula,
apenas unas líneas
y volara jamás de su agujero,
el pájaro verbal
al no pensado pájaro siquiera,
al ni siquiera pensamiento pájaro.
III
Giróvaga
Esta divina prisión, / del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo, / y libre mi corazón…
Teresa de Cepeda y Ahumada
ha hecho a Dios mi cautivo, / y libre mi corazón…
Teresa de Cepeda y Ahumada
Circundan las flautas, el saz, los tamboriles
tu estancia en lo sagrado
y adviene de tu esencia giratoria
el cónclave de esencias
las órbitas
conativas al ser vas dando giros
despojándote de ti
asunción nacida de tu ritmo
hipnosis del vacío
que suscita levógiro tu cuerpo
tu girar
mendicante en lo sonoro
solo ahora que ya no tienes nada
estás en condiciones de pedir
llama en todas las puertas
del sonido
pides las paz
pides la luz
pides la luz
pides la paz
por las puertas del dios de la paz y de la luz
no se puede decir
dónde tu cuerpo termina
y dónde empieza el dios
suya es tu luz y es tu paz de todo el universo
mientras bailas
contraria a las agujas del reloj
mientras elevas tu plegaria
no de tiempo
de amor es tu plegaria
una lluvia de pétalos sonoros
se cierne sobre el tiempo
y afeminas al dios
que eterno se afinase nuestra tierra
de firmamento y flautas de amor y tamboriles
tu estancia en lo sagrado
y adviene de tu esencia giratoria
el cónclave de esencias
las órbitas
conativas al ser vas dando giros
despojándote de ti
asunción nacida de tu ritmo
hipnosis del vacío
que suscita levógiro tu cuerpo
tu girar
mendicante en lo sonoro
solo ahora que ya no tienes nada
estás en condiciones de pedir
llama en todas las puertas
del sonido
pides las paz
pides la luz
pides la luz
pides la paz
por las puertas del dios de la paz y de la luz
no se puede decir
dónde tu cuerpo termina
y dónde empieza el dios
suya es tu luz y es tu paz de todo el universo
mientras bailas
contraria a las agujas del reloj
mientras elevas tu plegaria
no de tiempo
de amor es tu plegaria
una lluvia de pétalos sonoros
se cierne sobre el tiempo
y afeminas al dios
que eterno se afinase nuestra tierra
de firmamento y flautas de amor y tamboriles
IV
A love supreme
Sino el que anduvo en la mar
o por las plantaciones de algodón
maestro en su aureola de alveolos ardientes
la fe o amor supremo John Coltrane
pasándonos la pipa de su respiración
la fe en la libertad
solo con desnudarse y respirarse hondos
hasta los mismos huesos
es la vida no más la pura vida
es el último tren a medianoche
no es la razón obsérvala rascarse la osamenta
en los apeaderos
o por las plantaciones de algodón
maestro en su aureola de alveolos ardientes
la fe o amor supremo John Coltrane
pasándonos la pipa de su respiración
la fe en la libertad
solo con desnudarse y respirarse hondos
hasta los mismos huesos
es la vida no más la pura vida
es el último tren a medianoche
no es la razón obsérvala rascarse la osamenta
en los apeaderos
es el último perro lazarillo
a la oscuridad de los poemas
es apretar tus nalgas contra el muro de las lamentaciones
la fe o amor supremo John Coltrane
en su respiración de fuego y teoría
nos morimos de amor fumando a medias
la pipa de la inmortalidad
a la oscuridad de los poemas
es apretar tus nalgas contra el muro de las lamentaciones
la fe o amor supremo John Coltrane
en su respiración de fuego y teoría
nos morimos de amor fumando a medias
la pipa de la inmortalidad
V
Tabú
Entonces maliciada su elástica presencia
las evoluciones de los áspides
jurando y perjurando
será la última vez
que no sepa la mano
izquierda lo que hace la derecha
alimentar el vicio
especular coartadas
o tatuarme un código genético a mi antojo
con tinta pasajera
sonidos cerebrales
desde un oído al otro como una flauta dulce
la culpa es de mi padre
o de la soledad
no mía venenoso
embrujador de ideas
mi sombra me obedece
o la obedezco yo
por los preguntaderos oblicuos de la noche
oh dios de lo prohibido
me pregunto
condenado a ser yo,
entimismado
las evoluciones de los áspides
jurando y perjurando
será la última vez
que no sepa la mano
izquierda lo que hace la derecha
alimentar el vicio
especular coartadas
o tatuarme un código genético a mi antojo
con tinta pasajera
sonidos cerebrales
desde un oído al otro como una flauta dulce
la culpa es de mi padre
o de la soledad
no mía venenoso
embrujador de ideas
mi sombra me obedece
o la obedezco yo
por los preguntaderos oblicuos de la noche
oh dios de lo prohibido
me pregunto
condenado a ser yo,
entimismado