No. 94 / Noviembre 2016
Corren por mis venas las raíces de un árbol frondoso.
No conozco su copa.
Mis pensamientos trepan por sus ramas.
Algunos no regresan.
Las raíces de este árbol suben y bajan, palpitan.
No son rojas ni azules.
No necesitan tierra.
Repetir la vida cada mañana.
Recitar el sonido de mi respiración.
Dormir y despertar.
Atravesar el día.
Ver caer la lluvia y no tener tiempo.
Coser con aguja el botón, tapar el hueco
secar el charco que deja la gotera.
Ir al baño y leer las instrucciones del jabón.
Terminar el día en una silla sorteando la rutina,
encontrando en el siempre el igual un mundo nuevo,
la razón para encadenar esta noche con el día.
Peinar el sol con las pestañas,
unir la lluvia con el sol.
Sembrar y cosechar.
Dar pasos sin mover los pies,
volar sin tocar el cielo.
Tejer.
Rotos los sellos de la noche
empiezan a galopar los sueños.
No conozco su copa.
Mis pensamientos trepan por sus ramas.
Algunos no regresan.
Las raíces de este árbol suben y bajan, palpitan.
No son rojas ni azules.
No necesitan tierra.
Repetir la vida cada mañana.
Recitar el sonido de mi respiración.
Dormir y despertar.
Atravesar el día.
Ver caer la lluvia y no tener tiempo.
Coser con aguja el botón, tapar el hueco
secar el charco que deja la gotera.
Ir al baño y leer las instrucciones del jabón.
Terminar el día en una silla sorteando la rutina,
encontrando en el siempre el igual un mundo nuevo,
la razón para encadenar esta noche con el día.
Peinar el sol con las pestañas,
unir la lluvia con el sol.
Sembrar y cosechar.
Dar pasos sin mover los pies,
volar sin tocar el cielo.
Tejer.
Rotos los sellos de la noche
empiezan a galopar los sueños.