Silvia Eugenia Castillero
(Ciudad de México, 1963)
Vitral
No bajes ángel,
quédate poseído por el cristal,
pronto serán tus alas
palmas para tejer
las manos cóncavas,
candentes, punzantes,
del Caronte amoroso
que me cruzaba el Estigia
—noche tras noche—
no hacia el juicio,
sí hacia el gozo.
Oratorio
En la desembocadura
caímos;
desmantelaste los párpados
y quedaron sólo nombres:
envolturas
repetidas ahora
—una vez,
otra vez—
son cuchicheos,
salmos en prisión:
empeños del deseo
turbado en castidad.
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