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Andrés Berger-Kiss
(Szombathely, Hungría, 1927)
El sueño
El hombre descansa y sueña con su deseo secreto
Estrechando a su mujer en sus brazos
Sintiendo la suave presencia de la compañera
Durante la noche amorosa y lánguida.
Y en la visión de su sueño
Él también tiene un lugar respetado entre los hombres:
Habla con ellos con orgullo y alegría
Sin temor
Sin recelo
Ni envidia
Ni rencor
Como un ser humano.
Sus hijos -en su sueño-
Crecen sanos y protegidos
Inhostigados por el terrorismo de la pobreza
Con la oportunidad de ser verdaderos hombres y mujeres
Sabiendo que la Tierra donde nacieron
Jamás será secuestrada.
Siente que no es el primero en soñar así
Y le da fortaleza saber que su padre también soñó
Y que el sueño seguirá soñándose hasta el día
Ineludible cuando se cumpla su promesa
Sabiendo que es su poderosa herencia.
Él sabe bien:
Construirá su nación segura
Donde todo el pueblo de su niñez
Y las montañas y valles eternos
Vivirán en armonía
Y la codicia será desterrada para siempre.
"Mi general"
Una vez,
un hombre que fue "Mi General" dijo:
¡"Marchen"!
Diez mil jóvenes cayeron muertos.
Diez mil familias lloraron.
Diez mil jóvenes jamás rieron de nuevo,
jamás amaron de nuevo.
Hoy
existe una estatua en la plazuela de mi pueblo
honrando la memoria del hombre que fue "Mi General"
-al que se le antojó decir ¡"Marchen"!
en aquella mañana primaveral cuando la naturaleza
vibró
como una flor en la suave brisa.
Diez mil jóvenes yacen olvidados.
Después de la tercera guerra mundial
Sin hoy
Ni mañana
Hay sólo un vacío
Nada
Todo fue cancelado
Perdido
Sin un cero invisible
De luto
Nadie
Ni siquiera un solitario
Y triste
Punto final
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