Juan Manuel Portillo
(Ciudad Juárez, 1967)
Fragmentos
(p. 4)
Asomarse a un vitral y buscar el milagro
cuando no hay luz afuera
El paisaje es un cuarto de hotel
o un estudio,
de cristales que dan a la naturaleza
no hay música que armonice con el paisaje real ni silencio
imágenes, colores: ocio de la retina
retención, eso hay
Un tajo en la corteza
de un árbol o pared
una tablilla o un tatuaje, marcas
una fecha amplificada, una frase
¿con qué compañía saldremos del sueño?
Trafico palabras
entrar o salir: palabras para entrar o salir de la frase o de la niebla
(p. 5)
Tenía planeado un bosque
viajar a la velocidad del bosque
tenía cientos de hojas que apuntaban al bosque
trazaba
un recuadro de árboles
un paréntesis
un recuadro de luces, un retablo:
(p. 12)
En un cuaderno rojo de costuras muy finas dibujé un cardenal, escribí
rojo sobre rojo
figuritas de luz que se filtraban en el duermevela
panoramas enteros, carreteras, colinas
sólo alcanzables en el umbral del sueño
entrar o salir:
detrás el árbol detrás el bosque detrás
unos ojos azules, otro cielo: vuelo del cardenal
Escribí
la vista más hermosa de aquel pueblo del este
desde las altas piedras de un cementerio
el río que duplicaba árboles y edificios
escribí
¿un pueblo es una polis?
¿el lenguaje político se contempla mejor desde los muertos?
(p. 16)
No hay muertos, no hay cadáveres, no hay carroña
hay palabras que hablan de otras palabras
relaciones, eso hay, extremos que se tocan y jaloneos
estira y afloja como sístole y diástole
como sístole y diálogo interrumpido
pero no el silencio
sobre silencio se puede hablar
o simular que se habla
poética de silencio que construye su voto de silencio con palabras
como apagar la pantalla en que escribo
y seguir tecleando
así el fingimiento del silencio tiene un sentido
el diálogo roto es otra cosa
el diálogo roto no es otra cosa
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