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portada-disco-newton.jpg El disco de Newton.
Diez ensayos sobre el color

Cristina Rivera Garza,
Dirección de Literatura UNAM / Bonobos,
México, 2011.

Por Eva Castañeda Barrera
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No. 50 / Junio-julio 2012


 

Cristina Rivera Garza se ha caracterizado por apostar a un discurso interdisciplinario, esto implica la no aceptación de conceptos o definiciones que de ordinario hemos dado por hecho. Frente a tal ejercicio, lo primero que se pone en duda es la noción de género literario; entendido éste como una parcela cerrada que mediante la definición de una serie de características determina la naturaleza de una obra literaria. No obstante, en la actualidad, este criterio se ha ido modificando a grado tal, que hoy los géneros literarios son un campo de confluencias, hacen las veces de un espacio que se antoja generoso por las posibilidades que ofrecen. Atrás quedó aquella noción que define de manera rígida la naturaleza de las obras.

El disco de Newton. Diez ensayos sobre el color, bien puede dar cuenta de lo arriba señalado, pues de inicio, el título es ya una provocación, dado que el lector no podrá dejar de preguntarse si aquello que lee es un ensayo en sentido lato. Formalmente el libro desafía la estructura de este género, ya que no cabe hablar de párrafos, pero sí de versículos o líneas breves; priman las imágenes aparentemente inconexas alrededor del tópico principal que es el color. El libro está organizado en diez secciones cuyos títulos son verbos en infinitivo: Despejar, Conjurar, Mercuriar, Adorar, Avizorar, Vapulear, Desparpajar, Fosforecer, Reencarnar, Unir. En torno a ellos desfila una serie de reflexiones que son al mismo tiempo imágenes poéticas y una narración. Todo se mueve en distintas direcciones, todo favorece para que el libro apueste por la libertad de la escritura; entendida ésta como la posibilidad de arribar a una literatura híbrida.

Pero, ¿cuáles son las reglas del juego? Un libro así pedirá necesariamente una lectura diferente. Es decir, si nos acercamos al Disco de Newton… con la concepción tradicional de poesía o ensayo, seguramente saldremos defraudados, pues no encontraremos ninguno de los dos en sentido pleno. El texto inaugural versa sobre el blanco: “No es extraño que la libertad sea a veces una gran pared blanca.”, “En el 2002, alguien publicó el artículo: From Yellow to Read to Black: Tantric Reading of “Blanco” by Octavio Paz, en el Bulletin of Latin American Research, 21:4, 527-44.” Ambos fragmentos forman parte del primer apartado, la autora combina la reflexión poética con una referencia bibliográfica, pero ¿cómo puede el lector entender esto? como el cumplimiento de lo que el libro es: un híbrido.

Otro aspecto interesante es que no hay restricciones temáticas, esto quiere decir que aunque el tema de cada apartado es un color determinado, la disertación en torno a éste da cabida a sensaciones, recuerdos y emociones diversas. Así por ejemplo en el ensayo titulado Fosforecer, encontramos: “una rocola es una colección ordenada de círculos fosforescentes.” Es un fragmento que se limita a describir, no hay en él metáforas o un lenguaje poético, pero más adelante encontramos: “Rozar es lo propio del verídico dactilar o de la mirada más menguante o de la pestaña, cuando, cae.” Estamos frente a una imagen poética que se detiene de manera aguzada sobre el acto de mirar; ambos fragmentos conviven dentro de un mismo texto, no hay en apariencia ninguna relación entre ellos, son ideas disímbolas cuyo punto en común es que giran en torno a un mismo apartado. No obstante, esta no-relación es parte del juego, es en esencia parte sustancial de la estructura del libro, pues no hay tampoco narratividad entendida en un sentido lineal.

Una posible lectura de El disco de Newton… es aquella que parte de la fragmentariedad. El lector discurre de lo informativo a la referencia bibliográfica, a imágenes poéticas de una belleza singular. Es también posible que se detenga a releer algunos fragmentos que resultan extraños y por ello provocativos, otros cuya sencillez son un hallazgo: “Fue en la casa de su madre, en Lincolnshire, que Isaac Newton tuvo el tiempo y la disposición de ánimo para observar una manzana.”

Un libro de esta naturaleza no está exento de riesgos, el primero reside en la posibilidad latente de caer en la dispersión, pero como arriba apunté, sus reglas son otras, porque no es un libro de ensayo-poesía tradicional. Así que, si lo miramos desde esta óptica, la dispersión puede ser otra ruta de lectura.


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