cornisa-inditos.jpg

No. 55 / Diciembre 2012 - Enero 2013

 

Jorge Márquez Murad
(Puebla, 1961)



Dos ejercicios místicos (El hombre y Dios)

I
Me sorprende que una densa caravana de nubes sobre el mar no deje sombra. La miro desde la montaña de aire donde el canto silencioso del agua es más intenso,  cielo arriba.  Sigo su camino sin huella, sin rumbo, sin conciencia. Asomo el alma a estribor hilando rayos con la vista fija. Tendría que decir “vuelo”, y vuelo, efectivamente, por encima de todas las metáforas del mundo. Me desenredo de la superficie, me desentiendo, no puedo ser todos los que soy como quisiera.

La Esencia ha dicho al enjambre de luz más fino, más sabio,  que actúe como un secreto al(i)ado, un recado para mí, un regalo que pronto llegará, así lo espero.

(Decir que no lo espero sería mentir, aunque dejar de esperar sería la mejor forma de esperar sin levantar sospechas).
Y entonces Ver.

¿Para qué?
¿Quién soy yo para Ver?
¿Quiénes son esos infinitos “quién soy”?
¿Por qué preguntar ahora?
¿Por qué preguntarlo al infinito?

Nada puede contestar este poema milenario
Que sólo describe la eterna ruta de los hombres.


II
Hago lo que ustedes dejan de hacer cuando duermen.
Soy alfombra de nubes, toda vía;
Sombra activa sobre sus cabezas silentes.

Curioso es, entonces, que quieran ser yo con insistencia.
No puedo creerlo a pesar de pensar en ello de manera sesgada,
Tal como podrían haberlo hecho en su pequeño universo.

Sí, tengo que admitirlo, aspiran a mí.
Inspiro y lo veo a través de sus sueños.
Denme la palabra, digo, y ustedes,
Sordos y mudos, me dan la palabra.
Miro su mirada ciega siguiendo de largo
Y la persigo por siglos;
Nadie ve que no quiero atarla.
Desbocar la llama atrae mi atención, y ustedes…
Vuelta a lo mismo, vuelta a entregarse.

Si fueran fuertes dirían “es tarde” o “aún no es tiempo”,
Pero todos estamos enterados de su falta de aliento.
Logos de locos aturdidos mas sin ofensa,
Que de eso no estamos hablando,
El tema, en cambio, es un milagro, un regalo celeste.
Desde la más alta cima cósmica me he propuesto esto:
En eco panorámico obsequiarles la música del cielo
(Ustedes, durmiendo, claro),
Porque en adelante seré la alfombra mullida de nubes a su paso,
Porque puedo empezar en cualquier momento,
Porque ahora mismo estoy empezando.