No. 60 / Junio-julio 2013 |
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Felí Dávalos (Ciudad de México, 1982) Matrix Baliando zumba la borrachota con su Morfeo detrás en mangas de conga, el Mesías en petrolero trípode al final de una larga fila de profetas en la tele de paga: un desfile de flamingos (y cyborgs y alienígenas) que va de ex presidentes africanos y latinoamericanos enjuiciados por genocidio y crímenes de guerra o papas retirados o CEO’s de trasnacionales primermundistas que esclavizan niños tercermundistas o grupos paramilitares viajando en lisérgicas violencias a banqueros, políticos, ejércitos, capos, abogados, académicos, padrotes, aduaneros, periodistas, sindicatos, ufólogos, evangelistas o cienciólogos y, en fin, todos los encabezados de todos los periódicos del mundo y las toneladas de papel (y papel de baño y servilletas) y las celebridades (y sus chefs y sus niñeras) que lo pregonan (y glorifican y disculpan), a él, con su luz infinita que ha cegado por completo nuestro espíritu, este otro Neo. Liberal. Fenomenología de poderes fácticos menores Anónimo y febril, corazón gaviotero, boleto de lotería caduco de origen, caballo desbocado desde el pecho como las manos nacen en los bolsillos del pantalón. Cajones como urnas de recuerdos, recuerdos como ataúdes de esclavos asesinados por antepasados lejanos, días de sopa soplada entre intrusos como vida eterna de gatos antiguos, domingo sin Internet, flamingo en ritalín, empinado cónyuge en el inundado instante de rutina que vuelve horizontal en las casas de la clase media cada tarde. Somos jinetes de la basura en la sudada mano del dinero, glándula de hule en la nariz hinchada del ratón de ciudad, purgatorio de la historia como ¿cuántos psicólogos se necesitan para cambiar un foco? o retroceso mental como armas de alto calibre en las calles, marchando contra la luz, sin sombra, vampiros, la vida privada, de sobra: historia secreta de un delirio hipocondríaco y el duro al pozo es siempre una historia de presunto culpable, memoria de mesa de novedades o de recibo de luz con la fecha vencida y la nobleza de superhéroe y mercados bursátiles zen, reliquias de otra muerte, una nueva, los mismos arcanos: sanos anos damos a los amos. La vida —pan de sol— superada como un disco compacto o desairada como un robot que vino del futuro y se enamoró de una motoneta —color naranja Oxxo o traje de reo en cárcel de peli gringa—; handicap existencialista, libre: antónimo de ocupado, un letrero que puede caerse.
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