No. 60 / Junio-julio 2013 |
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The more you ignore me
the closer I get you're wasting your time Morrissey Camino República del Salvador trece treinta de la tarde mientras helado napolitano olor a torta de pastor y Coca cola veo pasar a la gente con rumbo a la alameda Camino buscando no sé qué pieza para la televisión y Converse negros Tu ausencia hace llover encima de mí el espacio que queda entre la lluvia Escucho una cumbia que me recuerda al tianguis de casa de mi abuela Chambacúchambacú, mi lindo barrio querido Chambacúchambacú, mi tierra que no la olvido Miro el reloj y catorce cinco de la tarde Camino a la otra acera para ver si atrapado por su pasado Carlitos Way y veinticinco grandes temas de Laura León eres tú la que revisa unas calcetas Te imagino acostada en tu colchón nuevo viendo de cabeza las fotos de tus amigos no hay ninguna mía Kodak Polaroid Digital Cam una plaza con palomar de la ciudad de Chihuahua y hamburguesa al carbón con Pancho Villa Ay, Santa Cocaína ron Arrecha La Habana Essex Juárez Ciudad de México Una puerta que se azota Ahora linda caleña caleñita de mi amor y el trolebús de donde suben hombres mujeres y niños y bultos de ropa sucia seguramente con rumbo a una colonia donde haya agua Cómo me gustaría colgar de tu muro y que me mires boca abajo salir famélico caballo por el parque y dar la vuelta el tuyo rosa el mío más discreto Pastel de cumpleaños comprar los reyes para el niño Doscientos cuarenta pesos chip de arranque y sintonizador de canales digo que es mejor seguir buscando y choco con se arreglan celulares de todas las marcas y modelos Veo a una muchacha que arregla una lap top como la tuya y botas altas de gamuza pienso en ti llorando mariscos en Hiuchapan Ay, Santa Cocaína ron Arrecha Y sospecho que hubiera sido preferible quedarme con aquella perdida parte mía y no con este casi todo que aún sigue sin caer. Por fin diecisiete veintidós metro bellas artes y hotdog tres por quince con boing de uva Por fin control remoto y películas desde la cama Por fin te amo y hemorragia de placer BrezzersOgsamatrixXvideo punto com Mantra Dios proveerá, decía mi madre cuando los días de la quincena se alargaban y no llegaba el día de pago. Dios proveerá, la escuché decir por mucho tiempo mirando multiplicarse su neurosis pero nunca los panes y peces. Aun así, sin haber visto al milagro realizarse, acostumbro, en días como hoy, mirar a mi hijo y decirme en voz muy baja, Dios proveerá. Nat Wilde En la televisión, luego de un comercial de detergente, aparece una serpiente pitón devorando a un gato. Me impresiona la rapidez del ataque, la flexibilidad en las mandíbulas, la fuerza de sus músculos y su color: amarillo con blanco, como la tarde yéndose hacia la orilla del mundo. Pero más me impresionan los ojos del gato: difuminados y fuera de sus órbitas son dos gotas de agua que se pierden de la llave de agua a la coladera del lavabo. Espasmódicamente el aire que habitaba sus pulmones va saliendo, inunda al otro aire que respira la serpiente y como si doblemente lo engullera su tamaño aumenta. Pobre gato, pienso, mientras va desapareciendo en la pantalla; pobre, pienso, mientras su cola por reflejo se mueve de un lado a otro como queriendo hipnotizar a la serpiente. El programa termina luego de treinta minutos de suplicio para el gato, luego de varios comerciales en los que su muerte fue pospuesta para venderle a la audiencia detergente, televisores y viajes a la playa.
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