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No. 60 / Junio-julio 2013



Dalí Corona
(Ciudad de México, 1983)


Meave

The more you ignore me
the closer I get
you're wasting your time

Morrissey

Camino República del Salvador trece treinta de la tarde mientras helado napolitano
olor a torta de pastor y Coca cola veo pasar a la gente con rumbo a la alameda
Camino buscando no sé qué pieza para la televisión y Converse negros

Tu ausencia hace llover encima de mí
el espacio que queda entre la lluvia


Escucho una cumbia que me recuerda al tianguis de casa de mi abuela
Chambacúchambacú, mi lindo barrio querido
Chambacúchambacú, mi tierra que no la olvido

Miro el reloj y catorce cinco de la tarde
Camino a la otra acera para ver si atrapado por su pasado Carlitos Way y veinticinco grandes temas de Laura León eres tú la que revisa unas calcetas
Te imagino acostada en tu colchón nuevo viendo de cabeza las fotos de tus amigos
no hay ninguna mía Kodak Polaroid Digital Cam
una plaza con palomar de la ciudad de Chihuahua
y hamburguesa al carbón con Pancho Villa  

Ay,  Santa Cocaína ron Arrecha
La Habana Essex Juárez Ciudad de México
Una puerta que se azota

Ahora linda caleña caleñita de mi amor y el trolebús de donde suben hombres mujeres y niños y bultos de ropa sucia seguramente con rumbo a una colonia donde haya agua

Cómo me gustaría colgar de tu muro y que me mires boca abajo
salir famélico caballo por el parque y dar la vuelta
el tuyo rosa el mío más discreto
Pastel de cumpleaños comprar los reyes para el niño

Doscientos cuarenta pesos chip de arranque y sintonizador de canales digo que es mejor seguir
buscando y choco con se arreglan celulares de todas las marcas y modelos
Veo a una muchacha que arregla una lap top como la tuya y botas altas de gamuza
pienso en ti llorando mariscos en Hiuchapan

Ay, Santa Cocaína ron Arrecha
Y sospecho que hubiera sido preferible
quedarme con aquella perdida parte mía
y no con este casi todo
que aún sigue sin caer.


Por fin diecisiete veintidós metro bellas artes y hotdog tres por quince con boing de uva
Por fin control remoto y películas desde la cama
Por fin te amo y hemorragia de placer BrezzersOgsamatrixXvideo punto com




Mantra

Dios proveerá, decía mi madre
cuando los días de la quincena se alargaban
y no llegaba el día de pago.
Dios proveerá,
la escuché decir por mucho tiempo
mirando multiplicarse su neurosis
pero nunca
los panes y peces.
Aun así, sin haber visto al milagro realizarse,
acostumbro, en días como hoy,
mirar a mi hijo
y decirme en voz muy baja,
Dios proveerá.




Nat Wilde

En la televisión, luego de un comercial de detergente,
aparece una serpiente pitón devorando a un gato.
Me impresiona la rapidez del ataque,
la flexibilidad en las mandíbulas, la fuerza de sus músculos y su color:
amarillo con blanco, como la tarde yéndose hacia la orilla del mundo.
Pero más me impresionan los ojos del gato: difuminados
y fuera de sus órbitas
son dos gotas de agua que se pierden
de la llave de agua a la coladera del lavabo.

Espasmódicamente
el aire que habitaba sus pulmones
va saliendo, inunda al otro aire que respira la serpiente
y como si doblemente lo engullera
su tamaño aumenta.
Pobre gato, pienso,
mientras va desapareciendo en la pantalla; pobre,
pienso, mientras su cola por reflejo
se mueve de un lado a otro
como queriendo hipnotizar a la serpiente.

El programa termina
luego de treinta minutos de suplicio para el gato,
luego de varios comerciales en los que su muerte
fue pospuesta
para venderle a la audiencia detergente, televisores y viajes a la playa.