Atul Dodiya/Ranjit Hoskote


El jardín marino


Por Enrique Juncosa

Uno de los aspectos más atractivos del arte contemporáneo de las últimas décadas ha sido su internacionalización. Han aparecido bienales por todo el mundo, y países como Brasil, China o la India se han convertido en enormes potencias económicas y lugares en donde artistas, galerías y coleccionistas tienen grandes oportunidades para desarrollarse. Claramente, ha surgido un nuevo tipo de arte contemporáneo que no es occidental, sino más bien el resultado de la comunicación intercultural en un mundo globalizado. El arte de la India es un buen ejemplo de ello. Si en las tres primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX, se producía allí un arte que resultaba todavía en gran parte derivativo del de Occidente, con repeticiones poco satisfactorias, por poner un ejemplo, de los lenguajes de la abstracción, a partir de los ochenta esto cambia de una forma radical.

No. 73 / Octubre 2014


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Atul Dodiya/Ranjit Hoskote


Por Enrique Juncosa

Uno de los aspectos más atractivos del arte contemporáneo de las últimas décadas ha sido su internacionalización. Han aparecido bienales por todo el mundo, y países como Brasil, China o la India se han convertido en enormes potencias económicas y lugares en donde artistas, galerías y coleccionistas tienen grandes oportunidades para desarrollarse. Claramente, ha surgido un nuevo tipo de arte contemporáneo que no es occidental, sino más bien el resultado de la comunicación intercultural en un mundo globalizado. El arte de la India es un buen ejemplo de ello. Si en las tres primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX, se producía allí un arte que resultaba todavía en gran parte derivativo del de Occidente, con repeticiones poco satisfactorias, por poner un ejemplo, de los lenguajes de la abstracción, a partir de los ochenta esto cambia de una forma radical. En los noventa nos encontramos allí con figuras plenamente originales, tales y como Bhupen Khakhar, Nalini Malani, Atul Dodiya o Subodh Gupta, poniendo ejemplos pertenecientes a cuatro generaciones distintas, y cuya obra se ha visto ya con frecuencia, y recibiendo un reconocimiento creciente, en la escena internacional.
   
Aquí vamos a centrarnos en el trabajo de Atul Dodiya (Mumbai, 1959), quien comenzó su andadura como artista en los años 80, para convertirse rápidamente en uno de los artistas indios más admirados de su generación. Su primera muestra retrospectiva fue organizada por la Japan Foundation de Tokio en 2001, siendo comisariada por el poeta anglófono y crítico de arte Ranjit Hoskote (Mumbai, 1969), con quien Atul Dodiya mantiene una estrecha complicidad. Hoskote ha escrito numerosas introducciones para catálogos suyos, siempre sensibles y acertadas, y ha sido también el editor de una monumental monografía sobre la obra de Atul, publicada por la editorial alemana Prestel a principios de este mismo año. Ranjit Hoskote no es sólo un excelente poeta, sino que destaca como teórico cultural, traductor, periodista y comisario de exposiciones. Curiosamente, ambos están casados con mujeres igualmente activas e influyentes en los mismos campos en los que trabajan. Atul con la pintora Anju Dodiya, y Ranjit Hoskote con la crítica de arte Nancy Adajania, quien ha escrito por otra parte mucho sobre Anju, conformando entre los cuatro un núcleo muy activo e influyente en la dinámica escena cultural de Mumbai.
   
La idea de palimpsesto describe bien la pintura de Atul Dodiya, increíblemente rica en referencias culturales de todo tipo, de las miniaturas indias al cine de Satyajit Ray, Bergman o Antonioni; de Durero, Pirosmani y Ustad Mansur, un pintor mogol del siglo XVII, a David Hockney, Bhupen Khakhar o Jasper Johns; de las ideas políticas de Ghandi a la poesía de Tagore o García Lorca… Su obra, igualmente, es muy rica en referencias a lo popular y lo vernáculo, y ha pintado sobre puertas metálicas de comercios de Mumbai y utilizado imágenes periodísticas o publicitarias. Dodiya ha realizado también complejas instalaciones en donde objetos de la cultura popular se transforman en lenguaje político tridimensional. En su obra, abundan las referencias socio-políticas, yendo éstas de la situación de la mujer en su país, a las asimetrías sociales exageradas por la globalización o a las guerras de Oriente Próximo y Afganistán.
   
No sorprende que un mundo visual tan rico y complejo interesara a Ranjit Hoskote, poeta una década más joven que Atul Dodiya, y en cuya poesía también son frecuentes los temas históricos y políticos, aunque no sólo éstos, estando repleta a su vez, por ejemplo, de poderosas imágenes visuales paisajísticas. Hoskote es asimismo un experimentador del lenguaje y de  la métrica, viendo la vida como un intricado movimiento de situaciones en el tiempo. En los mismos títulos de los libros de Hoskote aparecen palabras como zona, cartógrafo y archivo, que sugieren una voluntad de situarse y entender el mundo que le rodea en toda su mutable complejidad. Tanto Atul Dodiya como Ranjit Hoskote pueden describirse como nómadas que, trabajando en una sociedad postcolonial, acceden a un archivo global de imágenes e ideas, elaborando sendas elegías, uno con imágenes y otro con palabras, de una concepción romántica de la belleza, algo no poco cuestionado en estos momentos desde ciertos sectores poderosos del arte contemporáneo. Dodiya estudió en París, y Hoskote ha sido residente en lugares dispares como Iowa, Utrecht o Munich. Podemos mencionar también, para explicar la vastedad de los intereses de Ranjit Hoskote, que ha traducido al inglés al escritor alemán Illia Trojanow y al poeta místico de Cachemira, Lal Dad, activo en el siglo XIV.
   
Atul Dodiya es autor de una serie de pinturas titulada Antler Anthology (2003-2004), que consiste en una antología de poemas pintados y en las que el texto es la imagen principal. Son trabajos que no tienen un claro precedente, más allá tal vez de los cuadros-poemas de Joan Miró, quien en cualquier caso, utilizaba sus propios textos y no los de otros. Estas obras de Dodiya son claros homenajes al poder de las palabras, pero también obras políticas, habiéndose sido realizadas en un momento de violencia sectaria en su país, reivindicando el lenguaje como instrumento de belleza y no de incitación al odio. Los poetas seleccionados por Dodiya incluyen a Harish Meenashru, Ravji Patel, Gulammohammed Sheikh, Labhshanker Thaker, Kamal Vora o Sintanshu Yashaschandra, y la temática que los une tiene que ver, según Hoskote, con el autoanálisis, la duda existencial y la creación artística.
   
Como era posible imaginar, Atul Dodiya y Ranjit Hoskote han colaborado también publicando conjuntamente imágenes y poemas. Este es el caso de Pale Ancestors (2008), libro que reunía cuarenta y ocho acuarelas del pintor, divididas en seis grupos, y acompañadas por textos poéticos de distinta naturaleza –epigramas, cartas, fragmentos, poemas, anotaciones… -, que revelan, en palabras de Hoskote mismo, una enciclopedia de afinidades entre ambos, a quienes gustan los temas metalingüísticos y auto-reflexivos.

 



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