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Todo en orden
, Coral Bracho / El pino
de Stefaan y Solange
, Víctor Manuel
Cárdenas / Egisto, mientras tanto, Julio
Hubard / Poderes del cuchillo, Blanca Luz
Pulido / Doble naturaleza, Rodolfo Mata /
Ronda del Mig, Pedro Serrano
Parentalia ediciones/UNAM, México, 2015.

 
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No. 89 / Mayo 2016




Bala perdida
Blanca Luz Pulido

Un casquillo de bala
color cobre,
pequeño y seco,
pesado.

Anónimo en medio de una calle,
a las afueras de mi ciudad
inmensa, que a veces parece
(sobre todo en las afueras)
un país destartalado
a punto de extraviarse.

Por curiosidad o rutina
lo alcé del suelo.

Me gusta coleccionar lo extraño,
lo azaroso, lo improbable,
un tenedor,
algún juguete,
cosas que alguien extravía
en la calle.

El trozo de bala opaco
me mira.
Tal vez lleva un muerto adentro.




La guerra por televisión
Coral Bracho

No se escuchan los gritos de los niños,

no se agrieta
el silencio

el hilo de viento
del terror no se filtra

sólo un fuego sin ecos, sin olores;
su trazo acalla
e ilumina Bagdad.




3
Víctor Manuel Cárdenas

El pino, un día amaneció pueblo
como torre vigilante, obelisco
con fuertes ramajes relatores
de la historia del mundo conocido.
En sus escamas se inscriben
conquistas, rebeliones, incendios,
tropiezos y disturbios, dagas,
venenos íntimos, escaleras
donde rodaron cuerpos y prestigios,
cetros efímeros, espadas y coronas.




Naturaleza doble (leyendo a Duda Machado)
Rodolfo Mata

La gota de sonido
se pierde en el mar
de imágenes

El pájaro y su voz
en el murmullo insomne
de los objetos
en el reino vegetal

Manchas en el pasto
las sombras tiemblan
entre dos mundos

Ni de aquí
ni de allá
son perfectamente
humanas




Golondrinas
Pedro Serrano

Enganchadas al cable como pinzas de ropa,
gaviotas de madera diminutas,
ágiles y minúsculas contra la brutalidad del azul,
fijas al mediodía cayendo una tras otra,
moviendo ropas, brazos, sonrisas,
el pecho blanco, la capucha negra,
las alas afiladas y en lista, mínima agitación.
Hasta que vuelan todas excepto una,
que se plantó un momento y arañó el regreso,
como una ligerísima despedida,
axila de golpe la mañana.
Quedan los cables, el cielo en abandono intenso,
como una boda de domingo de pueblo,
después nada.