Crónico* |
Velada Cómo suena, Clementina, cómo suena en tu boca cerrada ese caramelo golpeando a lengua contra colmillo y enseguida contra muela. Cázanos raposas entre chimeneas; anda, guapa, tráetelas, que el abad les dé arroz, también a fénnec; tú al oneroso reno (cf. el óptimo palindromo de Darío Lancini). Y cuando aquí ante el Gran Canal hablemos de Abisinia después de la cena, no falte sobre nuestra mesa un cáliz pleno de los caramelos más difíciles, ¡los azules que teñirán el semen de estos misioneros en su postrera cana al aire! Pobrecillos. Un apuñalado por la espalda flota. Desde que Clementina avisándonoslo silenció por respeto su opaco cascabel bucal hasta que el abad hubo encarecido en detalle la conversión al cristianismo -Edesio, Frumencio y Mariquita sin calzones oliendo a billete de banco-, el cadáver no avanzó por el agua, si eso llamamos avanzar, arriba de veinticinco yardas y, al cerciorarnos de visu, oímos entre el Chopin: -Zanetto, lascia le donne e studia la matematica! ¿Quién paradidla desde adentro del tambor? ¿quién gastaría en pipas de la paz el briquet de Simbad el Marino? Lavándonos con savonarolas los misioneros suponen que todo quedará en familia; hasta los mapas italianos falsificados, aun la mostaza (sulfuro de cloroetilo) musoliniana- ¡oh pimiento morrón del gran rifiuto a fuego moderado, qué bien hiciste! Ahora se embarcan suponiendo y, si no vuelven, mejor. |
Vestimentaria, 3 ...that modern kind of sophistication that begs to differ, to be paradoxical, to invert... Conmigo cualquier uniforme logra con creces su cometido de uniformar: basta ponérselo a alguien para que cese de parecerme alguien y quede en militar, entusiasta, en alosumo inspector de una fábrica de pez. ¿Experimentará ello algo? ¿Se dará vergüenza? Probablemente no, más bien orgullo, como esas almas uniformadas por su cultura -escriptópteros, artipigios, intérpretes de nuestro tiempo: ya siento la intelijodoncia à pas de loup, guardiacivil mental, con su "es uniforme cualquier ropa" (porque trácata-trácata tracatatrá-), con "estar desnudo más aún" (porque trácata- i t. d.). No he dicho nada -perdón, hablaba sólo desde lo temporal |
De Iside et Osiride a Matías -¿Por qué a los acusados -profirió Matías encabronándose- nos han de sentar en un banquillo proverbial? ¿No conoce su justicia el w. c. irrompible de monocarburo de wolframio (tungsteno, diría Vallejo, no por ello menos ídem? -la nomenclatura del progreso anda a veces mal.) Prefiero cómo mi hermanita Isis me torna a la vida, y más aún (sólo me intriga quién la instruiría). Recuerdo la bacanal en el fondo del río Lerma, 1744, les tringles des sistres tintaient, vibraron las mesogleas cuando Trembley, desnudo, volvió del revés a la hidra delante de todos, la forró por dentro (que era por fuera) con el piyama de exudar sueños y nos entregamos a la militancia en grande, al activismo, tanto, que Isis debió intervenir hasta cansarse, para que ganáramos, siquiera, el segundo premio |
Abate
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