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Hechiza, poemas anticipados
Víctor Hugo Díaz
Editorial VersodestierrO,
México, 2015.

Por Isolda Dosamantes
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No. 89 / Mayo 2016



Hechiza, poemas que encienden la columna

Hechiza, poemas anticipados del poeta chileno Víctor Hugo Díaz encienden la columna, en ellos encontramos una realidad dolorosa a la que el autor le quita el velo; después de haber fotografiado imágenes sórdidas para reproducirlas en nuestra memoria, nosotros arribamos a ellas, en la inocencia del lector conjugada con la belleza, del que hace de las palabras un arte. Fiel a su estilo de intensidad, de verdad a flor de brazo, pareciera que el poeta se va dando pasos gigantes por las calles del mundo y se detiene a percibir milimétricamente con todos los sentidos en alerta, lo que muestran en su desnudez absoluta: las calles, los parques, la personas en su intimidad más pura.

El libro inicia con un poema que hace un guiño a la niñez, quién si no un niño es capaz de convertir la mano en fuego o un ladrillo en una hermosa casa residencial. Si bien pudiera parecer un libro de poemas llenos de luz, por el acercamiento que se tiene con la naturaleza y las imágenes que brillan, arribamos a una serie de poemas que aluden a la problemática que día a día va consolidándose por las desigualdades de una sociedad decadente de inicios del siglo XXI.

En este poema titulado “La casa del árbol” nos muestra esa realidad de las ciudades que han sido rebasadas por la urbe, la falta de viviendas, la necesidad de habitar las calles, la búsqueda de la tranquilidad que permite no pagar rentas, la inocencia.

Así ese sueño de infancia o de Barón Rampante se cumple, mostrando la otra cara de la moneda, la pobreza y ese poder de la palabra alquimia: dentro de esa desigualdad social, el poeta inserta la belleza:

Unas ramas arriba hay habitaciones
protegidas por el follaje perene

y por otro lado la crudeza:

Sus ocupa son recuerdos olvidados…
… A veces vienen los del municipio…
…y nos pintan el dormitorio gratis.

Los poemas de Víctor Hugo Díaz acercan al lector a esa línea que lleva al abismo, al borde; por ejemplo en “Parque sin diversiones”, a través de metáforas sentimos la dureza de la muerte, la vemos tal como es, desprovista de sus mantillas y sus máscaras:

La hoja seca esperó durante meses su otoño
pero ya está de espaldas    desde anoche
… donde hay más hojas terminales
que el aletear violento de un pájaro aterrizando
mueve a otros sitios.

Y así, poema a poema vamos develando al poeta que camina y nos muestra esa realidad que observa en las calles, en los países paisajes por los que transita y los cuales van cambiando hasta transfigurarse en una mirada que lo contempla todo, desde un rincón que se expande y llega a ese detalle de la hoja, de la banca del parque que es habitación y cama de aquel que habita bajo el manto protector de las estrellas en “una soledad demasiado ruidosa”.

Víctor Hugo Díaz, en estos Poemas anticipados, nos lleva a los extremos, del adulterio a las montañas olvidadas, a la silla de ruedas, a “frases escritas en la playa”, al “cadáver de Marylin”, “cráneo infantil”, “bala anónima”, “lengua digital”, “ojo de la cerradura”, cada poema nos arrastra del vértice al abismo, al extremo, al recuerdo sutil de la belleza, al borde. Hechiza, poemas anticipados nos pone de frente a la fragilidad humana.

Dice el poeta:

Toma un puñado de arena, apriétalo
cuenta sus granos y después
pregúntame por qué.