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Indómita y brava: poesía dominicana 1960-2010
Manuel García Cartagena (Ed.)
Amargord,
Madrid, 2018.
 
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No. 109 / Mayo 2018

Rita Indiana
(Santo Domingo, 1977)

 
En el nombre

Todas las mañanas
frente a la iglesia de Los Prados
hay sentado en un cajón
un loco que se llama se llama
desde hace tiempo viene a hacer de jardinero
los curas de la parroquia le han estado iluminando y
le pagan con comida en una olla de cantina
para que les cuide los patios enormes que rodean el
templo

junto a los perros sarnosos del callejón
hay una camita que se ha hecho el mismo se llama
de periódicos sucios de mierda
y una almohada de cartón

planta semillas se llama
échales agua se llama
pasa el rastrillo se llama
limpia la hierba se llama

La gente cuando pasa en las mañanas por enfrente de la iglesia
con el carro marca toyota porque son más duros
raudos hacia los colegios y las cajas de los bancos
con los ojos enrojecidos
se llama
dice adiós sin abrir la boca
y la gente le grita
cómo se llama
y él responde
se llama se llama
y la gente
tan ávida de locos
se siente contenta
se llama

se llama como cualquier día del año
de los que la iglesia católica dispone, incluso con
varios santos en un mismo día
san bernabé por ejemplo
santa rita de casia el 22 de mayo
cuando nadie felicita a nadie en los días de su santo
a mí por ejemplo
se llama
volviendo al tema
se llama
como cualquier otro día
de los que la iglesia católica dispuso
y muy bien
para quemar calvinistas, alquimistas, doctores
ninfómanas casadas con el diablo, vírgenes que sudaban
verde y escupían fuego
luteranos, esclavos, creadores de sectas maravillosas
en las que dios era una fruta o una gema
por ejemplo

se llama
teniendo esto claro
lo de los días y la iglesia
levanta el tronco y las ramas de su cuerpo
y todavía con un pedazo del listín diario pegado a la
mugre en la pierna
o a un pedazo de chicle azul en el pantalón
va a recibir su comando

se llama saca la basura
se llama busca el polvo donde no lo hay
a se llama le gusta ese limpio tan blanco
anestesiador
a los curas también
se llama

yo
que a veces paso por allí
pateando con el zapato una cajita
desde cuatro cuadras atrás
miro a se llama
y se llama me devuelve
la mirada
y yo que no sé cómo se llama se llama
osea como de verdad se llama
le pregunto
cómo se llama
se llama se llama




Aurora Arias Almánzar
(Santo Domingo, 1962)

 
Vivienda de pájaros

Oh
Yo la hallada en el desierto
luminosa e inédita
domada
bendigo esta jaula
de los pies a la cabeza
del techo a la última raíz
y la proclamo
almacén de todas mis alas
prisión de un pájaro íntimo
y asombroso.




La mujer que soy yo

Por ahí debe andar
la mujer que soy yo
La mujer que me tiene escondida
el silencio
Por ahí debe ser
La mujer de mí misma
en la que no he vivido
Por ahí debe verme de mirarse
La que me nació al nacer
la simple
la forma verdadera del retorno
Por ahí debe andar
donde el cuerpo no sabe aún
que existo



 
Nido de pájaros

Misioneros
luminosos nuestros órganos sexuales
perfectos como nido de pájaro
carnívoros, inimitables.
Los órganos de las vírgenes
donde caben todos los sueños
los órganos de miel de las prostitutas
donde caben todos los hombres
Los órganos de las señoras donde cabe
un hombre y se invocan miles
Los órganos de polvorientos de las muertas
donde suspiran los gusanos
Los órganos de la mujer grávida
en plena erudición creadora.
El mundo creado a través de un círculo


 

Ariadna Vásquez Germán
(1977)


Poema

          ¿Y si vienes por mí cuando apenas empiece la noche?
          ¿te conté la historia de dos muchachos haciendo el amor al lado de una maceta vacía?
          tuvieron una idea
          algo como ir temprano al mercado por una planta
          de esas que purifican el aire en los aposentos
          lo que es igual a decir
          que el oxígeno falta en los espacios de los que se aman

          Que vengas no asegura que la noche empiece
          quiero decir que esta noche puede que no inicie nunca
          que a la maceta le falte la planta y sobreviva incluso después de que el amor se seque
          ¿qué hacemos con esta deficiencia?
          ¿cómo evitamos que el silencio se condense?
          apenas empieza la noche
          el techo ondula
          se fragiliza
          las palabras riegan
          el agua se dispersa en tantas gotas
          estas batallas por todos lados las ramifican

          Pero mira a los muchachos cómo avanzan
          era la idea
          ¿en qué estorban el traslado nocturno?
          se dejan ocurrir junto al olor a pasto lluvia trementina
          aun cuando la morbidez del cuarto oprime sus cuellos
          reciben la mañana con sus brotes
          agradecen las manchas en la almohada