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No. 50 / Junio-Julio 2012

 

Álvaro Luquin
(Guadalajara, Jal.; 1984)




El regalo perfecto


                                  a Ángel Ortuño
  

Confundió el mero 24 de Diciembre
el jugo del pavo con la sangre del marido
en su cuchillo inoxidable.
No les dijo nada a sus hijos;
de hecho siguió cortando y repartiendo rebanadas.
Por dentro, su risa era interminable.




DN III

La costa llena de cadáveres encintos.
Ballenas
pulpos con largas cabelleras
y peces de otro mundo submarino
hacen guardia en esa morgue.

Ya un barco busca la avioneta.

A lontananza
monjas y enfermeras rescatistas
apilan bestias y fantasmas.

¡Abran todos los albergues!





Make up

La espátula finge batalla
y el rostro áspero
convida más elementos
para excoriar los impactos.

Con obscenidad
resanan el cuello, trazan
su cráneo, pechos
y luego –como un acto de fe-
hermanan su look
al triste modelo inicial.



Instrucciones

Para el desamor
es necesario quemar fotografías, cartas
y demás objetos que pudieran evocarlo.

Si no se tiene más que el recuerdo,
se corre el riesgo de incendiar la memoria
y olvidarnos de nosotros mismos.




Resonancias

*
Vienes de lejos
atravesando la oquedad de mi sueño.

Trato de saberte en torno a mí
pero no eres más que una posibilidad
resonancia que divide lapsos.


*
Te fuiste a buscar la dicha envejecida
en la sombra que arde tras de ti.

Ahora te es imposible
la abandonaste bajo las piedras de un baldío

entre cenizas.

*
Hay un hombre abandonado en los círculos de sal.
Ignoro si los ensalmos funcionaron.


*
Pensaba tener un as bajo la manga
sin embargo
bajo la carta no había nada.


*
Vamos hacia otra quietud
donde el invierno siempre nos dice:

Soy el último.

 
 




 



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