Álvaro Luquin
(Guadalajara, Jal.; 1984)
El regalo perfecto
a Ángel Ortuño
Confundió el mero 24 de Diciembre
el jugo del pavo con la sangre del marido
en su cuchillo inoxidable.
No les dijo nada a sus hijos;
de hecho siguió cortando y repartiendo rebanadas.
Por dentro, su risa era interminable.
DN III
La costa llena de cadáveres encintos.
Ballenas
pulpos con largas cabelleras
y peces de otro mundo submarino
hacen guardia en esa morgue.
Ya un barco busca la avioneta.
A lontananza
monjas y enfermeras rescatistas
apilan bestias y fantasmas.
¡Abran todos los albergues!
Make up
La espátula finge batalla
y el rostro áspero
convida más elementos
para excoriar los impactos.
Con obscenidad
resanan el cuello, trazan
su cráneo, pechos
y luego –como un acto de fe-
hermanan su look
al triste modelo inicial.
Instrucciones
Para el desamor
es necesario quemar fotografías, cartas
y demás objetos que pudieran evocarlo.
Si no se tiene más que el recuerdo,
se corre el riesgo de incendiar la memoria
y olvidarnos de nosotros mismos.
Resonancias
*
Vienes de lejos
atravesando la oquedad de mi sueño.
Trato de saberte en torno a mí
pero no eres más que una posibilidad
resonancia que divide lapsos.
*
Te fuiste a buscar la dicha envejecida
en la sombra que arde tras de ti.
Ahora te es imposible
la abandonaste bajo las piedras de un baldío
entre cenizas.
*
Hay un hombre abandonado en los círculos de sal.
Ignoro si los ensalmos funcionaron.
*
Pensaba tener un as bajo la manga
sin embargo
bajo la carta no había nada.
*
Vamos hacia otra quietud
donde el invierno siempre nos dice:
Soy el último.
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