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No. 71 / Julio-agosto 2014




Yamil Narchi Sadek

(Ciudad de México, 1976)


Cenizas


Asistir a la huida de la parvada en llamas,
dejando que aletee con ella el pecho.

Después,

−antes de entrar a casa−
barrer las cenizas de la calle.




Me dicen que vienes
de allá
pero no traes nada que lo pruebe

Tráeme

un cabello de mi madre muerta
un relincho de mis juegos
una llave que me abra

y pasarás a la casa de mis ojos
y comerás uvas, beberás agua




Poética


De esta vena de la mano
habrá de colgarme mi muerte.

Mi cuerpo, entonces,
penderá del viento
distinto de los otros.

Y cuando sople,
en vez de trazar
una y otra vez
la línea de su vida,
pendulará de manera extraña,
dibujando exóticas figuras
que ahora sólo imagino
como poemas.