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CAOS PORTÁTIL. POESÍA CONTEMPO- RÁNEA DE BRASIL Selección de Camila do Valle y Cecilia Pavón. |
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Elisa Andrade Buzzo (San Pablo, 1981)
Los niños que aspiran pegamento van por las avenidas, en bandas, con sus perros harapientos, conversando en voz alta e ininteligible, el séquito bizarro sale diligente, alterando lo blanco y enfatizando lo oscuro los niños que aspiran pegamento pierden la virginidad y el amor propio en los ladrillos paulistas por voluntad propia liberados de la sociedad patriarcal, los niños que aspiran pegamento bailan al ritmo del éter, ignorando las acciones de las ONGs y de las gestiones municipales, los niños que aspiran pegamento amanecen acostados en las veredas del centro de la ciudad, calentándose unas a otros con el propio calor, los transeúntes arrojan frutas o bolsas parduscas con pan sobre los cuerpos angelicales de los niños adormecidos que aspiran pegamento, cuyas narices ya no tienen más el derecho de aspirar el mundo más allá de la boca de la botella, obstinados, los niños nómades que aspiran pegamento constituyen un problema de paisaje urbano con sus pelos duros de hollín acumulado y actitudes subversivas, los niños que aspiran pegamento se pegan en Portinaris subterráneos, y luego son despegados por los empleados de manutención y limpieza de los paseos públicos, los niños que aspiran cola por debajo de los puentes colgantes son rechazados por los ciudadanos amedrentados y afligidos por la apariencia desgreñada de los niños que aspiran pegamento en migración estacional desde el centro hacia el oeste de la ciudad, expulsadas por al guardia metropolitana, infiltrándose en las calles residenciales desparramando la mulatez de sus narices aspirantes de botellas pet verdes, los niños que aspiran pegamento quiebran la tranquilidad de los barrios de clase media, delante de las calles arboladas horrorizadas, que se abren paso tapando la nariz y desviando la mirada de los niños que aspiran pegamento y que crecen a la velocidad de los autos que pasan, volviéndose una juventud experta y poderosa, los niños que aspiran pegamento procrean fetos corruptos, lo que llega a ser jurisdicción de la salud pública, hasta que, por un pase de magia, los niños que aspiran pegamento, ya no tan niños, son finalmente desintegrados por la municipalidad a pedido de la sociedad civil organizada.
que alguien me apuñale; que nadie deje que me oxide, en esta trinchera que se cierra; que alguien me blanda en alto sin mirar si mi hoja beberá de la sangre del poeta, o de otro conocido cualquiera; por favor, que alguien me haga tajear de a poco, destilando mi ceguera adormecida; que alguien me clave en un pecho de paloma y en el corazón de la muchacha llena de mala fe; a cualquier nadie que me posea y no me use para protegerse;
soy ordinario pero mato.
el tiempo es un acuario sumergido en alta mar
sus límites son tangibles por el roce de cuerpo ideas, palabras
mi cuerpo es el cuerpo de mi tiempo
cultivado y cuidado con las técnicas de mi tiempo
mis palabras
–saqueo dádiva nomadismo habitar traición vínculo–
son palabras de mi tiempo
¿dónde conjugar futuro en ellas?
yo soy mi tiempo un acuario sumergido
en alta mar
es olvidar mi reflejo en el agua ¿Dónde posar la palabra? Como si la lapicera fuese el asa de una taza De porcelana rara que debo tomar con firmeza con cuidado en el aire. En el trayecto que hay entre el aire y el plato podemos, o no, arruinar la dinastía Ming.
Con delicadeza. familia vende todo un abuelo con mucho uso un limonero un perro ciego de un ojo familia vende todo por muy poco dinero un sofá de tres cuerpos tres molduras circulares familia vende todo un padre encorbatado luego desempleado y una madre que engorda a su lado familia vende todo un número de teléfono tantas veces cortado un carrito de supermercado familia vende todo una empleada bautista una prima surrealista una ascendencia italiana & golpista familia vende todo treinta esqueletos de pavo (de navidad) y la cintita que ataron en el pie de junior en el hospital familia vende todo los niños estudiaron el padre quebró le debe plata al banco de brasil va a ser un gran desove la casa era del abuelo pero el abuelo tiene un pie en la fosa familia vende todo entonces, ya ves, quedarán quinientos billetes para cada uno junior va a reformar la piscina el padre va a abrir un negocio oculto y pagarle la villa alpina a su padre con mucho uso familia vende todo
precios por debajo del mercado Siempre me pareció que los trayectos de ómnibus eran espectáculos cósmicos. Personas-hormigas que andan y andan. Prohibido soñar. Abierto hasta media noche.
Aunque la fuente les lava el alma, los mendigos continúan sucios. Travestis niños salvajes en el Aterro do Flamengo. Un color suave tenía la distancia. Ahora el paisaje está del otro lado del ómnibus. La ventana es sólo un espejo. Un túnel túnel, piedras portuguesas pulimentadas, calzada graffiti, ciudad maqueta. Estatuas griegas en el Aterro do Flamengo. Una mujer con semilla en la barriga, mujer abortada esnifa crack abrazada a una estatua griega. De punto final a punto final.
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