Fabio Jurado
(Buga, Colombia, 1954)
Seis de enero
A Katherin
Es seis de enero,
No puedo jugar.
El cielo está azul.
Es imposible configurar
las cosas.
No se puede asir la imagen
para moverla
porque nada hay,
solo el azul del cielo.
Para mover
y fundar las formas
los árboles se espigan,
quieren elevarse.
Una fuerza
desde el fondo de la tierra
empuja, empuja...
Es lo único
que la imaginación produce
aquí, ahora
con el sol abierto de enero:
los árboles elevándose.
Son los árboles
los que se reflejan
en el cielo
y dan forma a las nubes,
entonces los árboles
se mueven, se elevan
y configuran las cosas,
porque las miro
e integro sus partes.
Pero es solo la ilusión.
No hay nubes.
Solo el cielo azul, muy azul.
Es enero seis en Bogotá en 2015.
El cielo de los árboles
El cielo es el espejo de los árboles.
Donde no hay árboles no hay cielo.
Ese azul es una ilusión,
no es un cielo.
Es la nada donde no hay árboles,
como en los lugares,
donde esculcan la tierra
en busca de tesoros:
solo el estertor del agua,
una humedad,
nada más,
ni tesoros
ni alma alguna.
Las nubes son un espejo de los árboles.
Cuando no hay árboles no hay nubes.
Los árboles son el corazón de las nubes.
Si las nubes agonizan es porque no hay árboles.
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