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Carmen Boullosa
(Ciudad de México, 1954)

 

Otoño 30

La hojarasca (hoguera parpadeante),
las casas brooklinetas (llamas petrificadas),
y los rascacielos del otro lado del río
             (espejos del ardiente crepúsculo en Manhattan)
suman un incendio mayor,
una sola palabra ardiendo,
una lengua iluminada,
gramática del magma,
voz del mismo dios
que vive voraz en mi volcán Popocatépetl.

El otoño me ha traído de vuelta a casa.

***

Estas son las estaciones en Brooklyn:
1. el cristo postgolgotizado,
2. el echado como mal moneda,
3. el pasto de los niños locos,
4. el abono de los negocios sucios,
5. la pluma del artista vuelta billetera,
6. la billetera,
7. el billete con el nombre de dios,
8. el nombre de dios en vano (en el billete y afuera del billete),
9. el papel que fue el árbol vivo,
10. el ya nadie habla claro,
11. hablar por las ramas,
12. ya nada ama nada.
13. Las horas de los árboles crujen como monedas.

[Del libro inédito Otoño en Brooklyn]