Hugo Plascencia
(Guadalajara, Jalisco, 1978)
El trapecista
Cada cuerpo es un circo,
separación del lastre eterno,
cuerda bifurcada como cordón umbilical
que al = el recién nacido
sucumbe el trapecista,
donde
y
a
r
o
t
o
nace el más perfecto de los sonidos…
el silencio
Oración a Mayáhuel
En las dunas de la carretera nacen pirámides de aura azul, son las
cabezas de los dioses de la luna y la embriaguez, sus penachos: coronas
con millones de filamentos dislocan el cielo, jimando su corazón.
Te damos gracias nuestra señora de Mayáhuel
por dejarnos ver la copa dulce de tus pechos afrutados a contraluz
como quien vislumbra un campo santo azul,
por parir en la respiración de tus hijos
el calostro de la fermentación en cincuenta aromas de luna
al oír en el reposo bíblico del tequila
confesar a necios y extraños en un relincho de caballito,
por probar en la rodaja de tus labios
el panal de tus besos de aguamiel
y canonizar la temperatura ambiente de tu cuerpo
como principio del equilibrio cósmico primigenio
al dejarte respirar por cinco minutos cinco
antes de brindar con tu piel
en la sal de nuestro gentil y amargo paladar.
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