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Sandra Viviana Romero Obando
(Manizales, 1985)
Defensa de Eva
I.
Mientras el octavo día Dios
Descansaba de su obra
Eva, intrépida y sabia mujer
Descubrió o invento el sexo
Y vio que era bueno
II.
Benditos sean
Los hombres,
Porque de ellos será
El reino de mi cuerpo.
III.
A las cinco de la mañana
Las palabras sobran.
No se puede decir nada, por que tus manos
Acariciando mi pequeño cuerpo desnudo
Ya me han dicho buenos días.
Razones para extrañarte
Hoy te extraño, particularmente,
Más que los otros días;
Pero no por tu 1:75 de estatura,
Ni por tu piel canela, ni tus ojos cafés,
Ni por tus manos grandes, o tu cicatriz
Un poco más arriba del triangulo de escarpa.
Tampoco te extraño por tu buen comportamiento en la cama,
O por la manera como juegas con tu lengua
Entre mi boca, o por la forma en que me desnudas
Mientras me dices que no perdamos tiempo
Y te asombras por la belleza de la ropa interior negra
En mi piel blanca.
No, no te extraño por nada de eso,
Lo hago por tú inocencia al pedir un recibo en un motel,
Y por convertirme en una mujer que llama
Todos los días a preguntar, cómo estás.
Sandra Viviana Romero Obando estudia el cuarto año de Derecho en la Universidad de Caldas. Sus primeros poemas aparecen publicados en la antología Donde la risa es sólo un murmullo. nuevas voces de Caldas, en “Papel Salmón” del diario La Patria y en el suplemento literario “Juegos Florales” del Centro de Escritores de Manizales. Recientemente fue invitada al IX Festival Nacional y V Muestra Iberoamericana de Poesía, ciudad de Manizales.
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